Piedra Libre



La gente se esconde
por dolor, por vergüenza,
por placer, por costumbre.
Se escapa del sol,
del ruido, de la soledad,
del silencio.
Ocultos del tiempo
infinito, incesante,
van devorando de a poco
la ilusión de una ventaja.
Y soy el salvador
de este juego en vano,
que no tiene destino
ni castigo, ni escondite,
aunque algunos me descubran
como un enemigo.
Tal vez no haya prisión,
tal vez no haya esperanza,
pero yo los libero
tan sólo por seguir el juego,
o por venganza...